Publicado: 31 de Mayo de 2021
El ser humano, desde el nacimiento, no sólo adquiere aprendizajes, lenguaje o habilidades motrices.
A esas capacidades más “visibles”, las sustenta un magnífico y complejo entramado neuronal que, durante los primeros años, no solo va cambiando anatómicamente sino funcionalmente.
Eso significa que, tanto las diversas estructuras y número de neuronas del cerebro, como el tipo de conexiones (funcionamiento) que se dará entre ellas, se va determinando por:
-la forma en la que se satisfacen las necesidades básicas del bebé;
-el juego y la exploración a la que tenga acceso;
-y el tipo de afectividad de su entorno (apego seguro o inseguro, interpretación de sus emociones y contención de las mismas, estilo emocional de los cuidadores…).
En el siguiente artículo, podéis encontrar algunas ideas más acerca de este tema:
Desde la Escuela Infantil Pippo, también os recomendamos dos lecturas que nos parecen esenciales para integrar, de una forma sencilla y eficaz, algunos conocimientos sobre el cerebro infantil y prácticas saludables, en nuestra crianza (ver galería de imégenes de este post).